Gabriel Jesús Mendoza Milla
Nace Gabriel Jesús Mendoza Milla en La Independencia, hoy día Independencia, ciudad capital del Municipio del Mismo nombre en el Estado Yaracuy, un 12 de marzo de 1959. A la edad de 12 años se inicia en el mundo de la música, ejecutando indistintamente el cuatro, la bandolina, el bajo eléctrico, el tambor, la guitarra y la bandola de Payara, instrumento este último que le da a conocer tanto a nivel regional como nacional. El incursionar en medio lo llevan a profundizar sus conocimientos musicales en el Conservatorio de Música “Blanca Estrella de Méscoli” de San Felipe, entre otros.
Jesús Mendoza, como se le conoce popularmente en el mundo artístico yaracuyano y en Venezuela toda, residente en la actualidad en la comunidad de “San Juan Bautista”, frete a la Urbanización “Cascabel” en Independencia, es cantante y compositor, actividad esta última a la que con más ahínco se ha dedicado en la actualidad. Compone temas dedicados a la navidad, como aguinaldos, villancicos y parrandas, pero su fuerte en la composición es para la canta criolla, comúnmente conocida como música llanera, teniendo en sus producciones un disco compacto con temas únicamente de su autoría.
Jesús Mendoza ha participado en un sinnúmero de eventos musicales en calidad de ejecutante, acompañando intérpretes de diversos géneros musicales venezolanos, tanto de Yaracuy como de otras entidades federales, organizados, indistintamente, por particulares y por entes gubernamentales.
Ha sido objeto de diversos reconocimientos por parte del Ministerio de Educación, a través de la Zona Educativa del Estado Yaracuy, donde presta sus servicios profesionales como docente especialista de música, asignado a la E.P.B. “Cascabel” la misma en el ámbito territorial o comunidad del mismo nombre, circunscrita al Municipio Independencia, igualmente que por la Municipalidad de Independencia y por el Consejo Legislativo del Estado Yaracuy.
Es importante destacar, que en sus 30 años de labor formativa en la educación, ha conducido y orientado a un sinnúmero de músicos que en la actualidad continúan su labor a nivel profesional, lo cual lo llena de satisfacciones y orgullo al ver que sus enseñanzas han dado buenos frutos.
En la actualidad cursa estudios formales de Educación Integral en la Universidad Nacional Abierta “UNA”.
Guillermo Enrique Rodríguez Tovar
“El Gabán”
De la unión matrimonial de Miguel Enrique “Miguelito” Rodríguez y Clemencia “Clemencita” Tovar Rojas de Rodríguez, un 12 de diciembre de 1955, nace en el Hospital Dr. Placido Daniel Rodríguez Rivero”, cuando aun estuvo ubicado en La Independencia, hoy ciudad de Independencia, capital del Municipio del mismo nombre, de meses de nacido es llevado a la Ciudad de Caracas, donde fueron a residir sus padres. Guillermo Enrique Rodríguez Tovar, a los 6 años de edad inicia su actividades artísticas en la ejecución del cuatro adiestrado por su tocayo y primo hermano: Guillermo Mendoza Tovar, hijo de su tía materna Ramona Tovar, asi como en el canto, actividades que afianza entre los 16 y 17 años, cuando integra, aún en la Capital de la República, una agrupación de música alternativa de Rock and Roll, de las llamadas comúnmente “Rockeras”, posteriormente incursiona en el género romántico, al cual aún en ocasiones se dedica, luego incursiona en la canta criolla y la gaita marabina, no obstante, es la canta criolla o llanera la que lo da a conocer , como uno de los mas talentosos baluartes de este género en Yaracuy, en donde reside desde hace mas de 30 años.
Guillermo en cuanto al canto se considera un autodidacta, aunque posee estudios en 5to. Nivel de teoría y solfeo, en la entonces Escuela de Música, hoy Conservatorio “Blanca Estrella de Méscoli” de San Felipe, a donde ingreso siendo integrante de la agrupación “Mandolina, Cuatro y Guitarra”.
Cuenta, entre sus producciones con sesenta (60) canciones inéditas, asimismo con cuatro producciones realizadas con el Grupo Gaitero yaracuyano “Yarazulia”, además de cuatro temas de su autoría grabados por la también agrupación gaitera yaracuyana “Imagen Gaitera”, que dirige el músico cocoroteño “Andrés Melean.
Ha participado Guillermo Rodríguez, en diversos eventos y espacios dedicados a la proyección del talento musical, entre ellos en el Programa “A medio día Simón Díaz”, con el legendario Simón Díaz; ha sido músico de planta de diferentes festivales escolares en el Estado Yaracuy, es integrante de las agrupaciones: “Sol de Apure”, “Así es mi tierra”. Fue cantante estelar de l Grupo de variedad “Los cinco Yurubí”, ha compartido escenarios musicales con los internacionalmente conocidos Don Reinaldo Armas “El Cardenal Sabanero” y con Luis Silva.
Guillermo Rodríguez, fue galardonado, por el Club de Leones en la Ciudad de Cagua, capital el municipio Sucre en el Estado Aragua, donde compartió escenarios con la “Reina del Llano” Doña Reyna Lucero.
Sostiene Guillermo Rodríguez que su inclinación por el canto y la música le viene de sus dos ramas genealógicas, de sus abuelitos maternos Don Juan Bautista Tovar y Doña Clemencia Rojas de Tovar, al igual que los paternos Don Miguel Rodríguez y Doña María de Rodríguez.
Esteban Evangelio “Estebita” Graterol
El 25 de abril de 1935, en el caserío de Agua Negra en la Parroquia Berois (Como se solía llamar en esos años al actual Municipio José Joaquín Veroes), antigua jurisdicción del Municipio San Felipe, pues fue mucho antes de la ultima división político territorial (1993) que le confirió autonomía municipal a esa zona; de la unión marital entre Lorenza Graterol y Efigenio Oliveros Mora (“El Treinta”) nace Esteban Evangelio “Estebita” Graterol, ambos del caserío de Agua Negra, de donde se vinieron, trayendo consigo, a muy temprana edad a Estebita junto a sus otros hijos, a vivir al Caserío de Palmarejo. Efigenio, quien a su vez era hijo de María de la Cruz Oliveros Mora y por ende Nieto de la Legendaria Marta Mora y de Anselmo Oliveros, Estebita el Rey de la Guaracha en los pueblos de la Zona Negra del Municipio José Joaquín Veroes en el Estado Yaracuy, el Hombre que conoce a ciencia cierta el Canto de los Romances y Estribillos a la Cruz de Mayo y a los Santos de la Iglesia Católica, el canto del aguinaldo con la entonación veroense, amen de ser prácticamente el único que sabe del Romance de “Juguetes” que antiguamente se realizaba en los Velorios de Niños “Angelitos” muertos, tradición que heredó de su afamado padre El Treinta” (Don Efigenio Oliveros Mora); de su abuela y bisabuelos le viene la vena sanjuanera, pues como ya hemos acotado Marta Mora es la Capitana mas antigua de la tradición de San Juan Bautista que se tenga noticias en todo el Yaracuy y por lo consiguiente en todo el Veroes, al igual que Anselmo fue el cumaquero mayor de la zona, Esteban el de la sonora y afinada “Voz luango”, luango como el gentilicio africano de donde provienen sus ancestros africanos, Estebita el cantor de los mas sonados sangueos de todo el Veroes, el hombre del luango golpiao, cuando Estebita canta, la parranda de San Juan está garantizada, es el viejo cantador que reúne a mas muchachas para responderle los coros, pues ese si que tiene la sazón de la “voz luangoafricana”.
Desde la edad de catorce años se dedica Estebita a cantar, primeramente como guarachero, un día cualquiera de un año cualquiera, alrededor de los 60 , sale de su querido Palmarejo a trabajar a Caracas, allí se integra a un grupo con Caraqueños y veroenses que como él buscaban mejores modos de vida en la Caracas de finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, de allí regresa a su estado natal y se integra al Grupo Musical de Guarachas que tenían los González en el caserío de Taría, donde se hizo el cantante estelar, con esa agrupación amenizaron bastantes bailes en los pueblitos de la zona, con el tiempo la agrupación sucumbe ante las orquestas modernas y los nuevos aires musicales, no obstante Estebita sigue su trayectoria de cantante y compositor, no había velorio de santo o de Cruz de mayo donde este cantador no fuese invitado y no estuviese allí haciendo su dúos con su ya difunto padre o con cualquier otro que asi le solicitare, pues Esteban es de la condición de hacer segundas voces en cantos de Velorios con cualquiera.
En los años setenta al ochenta, es una época de letargo de las fiestas del tambor sanjuanero, los caseríos de la llamada zona negra (Agua Negra, Palmarejo, Farriar, El Chino, Taría y la Hoya), todos, mayormente, emparentados sanguíneamente, decimos aletargados, pues habían fallecido muchos viejos de los caseríos y como todo el mundo era familia, y en esos pueblos si que se sabe guardar luto, aunque últimamente se esta perdiendo esa condición sacro familiar, pues el luto de antes, allí, era de tres a cuatro años, y no se había terminado de guardarle luto a uno, cuando ya caía el de otro, no es hasta mil novecientos setenta y ocho, animado por algunos coterráneos que ya residían en San Felipe, capital del Estado Yaracuy, que la mayoría decide organizar una parranda sanjuanera, cosa que se realizó y resultó tan extraordinaria que no ha parado de hacerse una asi haya luto en los caseríos. Es desde esa época que Esteban Graterol se reintegra a sanjuanear, ha sido integrante y voz líder, del Legendario Grupo “Cumaco Ardiente” (Tambores de Palmarejo, que dirige la insigne Capitana Señora Juana Landinez, desde su fundación, además de integrante del Grupo “Los Descendientes” que dirigió hasta hace algunos meses el joven baluarte palmarejeño Kendy Quiñonez Torres, Formó parte del antigua grupo que organizó el Secretario de Cultura de la década de los noventa Profesor Miguel Ángel Castillo Portillo “Los Cultores de Veroes” organización que en su buena época grabó dos producciones de uso pedagógico de larga duración, donde fue inmortalizada la melodiosa voz luango de Esteban Graterol, al igual que la de muchos otros.
Esteban Evangelio Graterol, ha dejado sentir y apreciar su singular voz luango en casi toda la geografía nacional, primeramente con los Cultores de Veroes y luego con el Grupo Cumaco Ardiente, escenarios de Punto Fijo y Coro en Falcón, de Higuerote, Tacarigua y Rio Chico en Miranda; Naiguatá y Chirimena en Vargas, El Tigre y Puerto La Cruz en Anzoátegui, Mérida en Mérida, San Cristóbal en Táchira, Barquisimeto, Carora y El Tocuyo de Lara, Valencia y Puerto Cabello de Carabobo, Maracay, Chuao, Cata y La Victoria de Aragua; Maracaibo y Sur del Lago de Zulia; Cumana de Sucre, Barcelona y Maturín de Monagas; Caracas toda, entre otros lugares.
A esteban Graterol, al igual que a Juana Landinez muchos cultores populares de Yaracuy y Venezuela le deben los conocimientos referente a las tradiciones afroveroenses, han sido estos nobles y abnegados yaracuyanos quienes con su gentileza han facilitado cantos del cancionero popular local a agrupaciones como “El Grupo Luango”, “Un Solo Pueblo”, “La Chamuchina”, “Grupo Vera”, “Francisco Pacheco y su Pueblo”, entre otros (Ej. Bandera Venezolana, Señor Gabán, Ven Caridad, entre otros), piezas que han pegado en las emisoras radiales y se han dejado oír en los mas prestigiosos escenarios del país y del mundo y de lo cual no han recibido nunca ni una palabra de agradecimiento.
Juana Catalina Landinez
La Reina del Tambor en Yaracuy
Juana Catalina Landinez, Hija de Candelario Sevilla y Dorotea Landinez, nació en el caserío de Palmarejo el 29 de agosto de 1937, heredera de un bagaje de conocimientos en cuanto a la ancestral Parranda y Culto a San Juan Bautista de su Palmarejo natal, es Nieta materna del legendario Cultor y antiguo depositario de la Festividad como los fue Celso Oliveros Mora, quien a su vez fue hijo de la mas antigua Sanjuanera de la cual se tenga noticias en tierras afroveroense como lo fue Marta Mora con Anselmo Oliveros, el cumaquero mas antiguo del cual se tengan datos en todo el Municipio Veroes.
Juana Landinez, cantadora de Luangos, hija y nieta de cantadores de luangos sanjuaneros, madre abuela y bisabuela de cantadores de luangos sanjuaneros, hermana y tía de cantadores de luangos sanjuaneros.
Es conductora y guía de su agrupación de tambores “Cumaco Ardiente”- Tambores de Palmarejo, grupo que junto a sus familia fundó en el año 1982 y con el cual ha recorrido casi toda la geografía nacional, llevando hasta los mas apartados lugares la muestra fiel de su cultura tradicional, dejando oír su afinada, singular y emotiva voz al interpretar sus piezas, lo que la ha llevado a ser catalogada como la representante mas auténtica del Culto devocional a San Juan Bautista en Yaracuy y una de las mas relevantes de Venezuela.
Doña Juana Landinez ha sido objeto de incontables y merecidos homenajes por parte de instituciones y personalidades de Yaracuy, Venezuela y el Mundo.
Juana Landinez es Cantadora y Bailadora de “Joropos Veroenses”, los llamados Golpes de Arpa, “Luangos de Arpa”, “Bailes de Arpa” o “Arpa”, género dancístico que igualmente cultivó su familia, el cual entró un tanto en receso, pero lo cual Juana Landinez, con su incansable e inagotable espíritu defensor de su verdadero acervo cultural está tratando de hacer resurgir, en la actualidad trabaja en conjunto con un grupo de docentes e investigadores culturales locales para devolver a su pueblo lo que por herencia le pertenece.
En la Actualidad se desempeña, además como:
Directora del Grupo Cumaco Ardiente Tambores de Palmarejo
Asesora del Grupo Tambores de Tierra Mágica del Municipio Independencia del Estado Yaracuy
Asesora del equipo de investigación de campo de las manifestaciones tradicionales musicales y danzarias de Venezuela en el área afrovenezolana de los grupos La Chamuchina de Venezuela y el Grupo Escénico Danzas Yaracuy.
Asesora del Equipo de Docentes del Estado Yaracuy que desarrolla trabajos sobre el Joropo en el Municipio José Joaquín Veroes del Estado Yaracuy.
Integrante del Grupo de Cultores de Veroes.
Luis Alfredo Valles Silva
El Señor de la Danza y el Canto Popular
Nace el maestro Luis Alfredo Valles Silva, un día 18 de noviembre del año 1960, en la Ciudad de San Felipe, capital del Estado Yaracuy, es el cuarto de cinco hermanos, nacidos del matrimonio de los Esposos Martín Alberto Valles Martínez y Celsa Mercedes Silva Villanueva.
Sus inicios en el canto y la composición de piezas musicales, han sido siempre pautados por la cultura popular de tradición oral en muchas comunidades del país, se inicia en el caserío de Palmarejo en la llamada Zona Negra del Municipio Veroes al cual le unen vínculos de entrañable parentesco familiar que han marcado sus sendas de cantador o cantante de luangos sanjuaneros y sangueos rituales de la Fiesta Popular y Colectiva, que ancestralmente se desarrolla en el lugar, como prueba del legado africano allí presente, al igual que el resto de caseríos que le colindan.
El llegar con el tiempo a conformar, conjuntamente con otro grupo de entusiastas y fervorosos amantes de lo propio, de las agrupaciones de vanguardia de la música popular, como lo son La Agrupación Musical La Chamuchina” conjuntamente con su agrupación homóloga el “Grupo Escénico Danzas Yaracuy” y mas tarde el Grupo “Tabores de tierra Mágica” hoy día, todas asentadas en el Municipio Independencia de nuestro Estado Yaracuy, desde donde gesta, apoyado por los integrantes de sus agrupaciones, periódicamente visitas a las comunidades que le dan fisonomía a las piezas musicales de corte tradicional en las diferentes manifestaciones musicales y danzarias del patrimonio cultural intangible de esas comunidades, es así como se hace cantador de Calipsos guayaneses, al visitar las comunidades de El Callao y Ciudad Bolívar, en la Región Sur del Lago de Maracaibo, donde año tras año asiste a las fiestas de San Benito de Palermo se hace cantador de las llamadas “Gaitas de Tambora”, las cuales se entonan las vísperas de los días del santo negro, allí mismo, en dicha región, se hace cantador de gaitas a Santa Lucía, en La región de Perijá, específicamente en La Villa del Municipio Rosario de Perijá y luego en Puentecito del Municipio Perijá, ambos del Zulia, se hace cantador de gaitas Perijaneras, en sus constantes visitas al Pueblo de Cata en las Costas del Municipio Costa de Oro del Estado Aragua se hace cantador de Golpes de Plaza y de Cumaco Sanjuanero; caso similar ocurre en el Pueblo de Borburata, del Municipio Puerto Cabello en la Costa Carabobeña; es de destacar, que en todas estas comunidades costeñas antes citadas y en otras de los estados Miranda y Vargas, se hace cantador de Fulías o cantos de velorios a la Cruz de Mayo y a los Santos; así como en los cantos de Aguinaldos, Aguinaldos de Parrandas, de Romerías, de Posadas; incluyendo los cantos de Paradura de Niño Jesús, los cuales comparte en sus visitas a la región de los pueblos parameros y semi parameros del Estado Mérida.
En los Valles Mirandinos y Aragüeños se hizo cantador de Pasajes y Yaguazos, lo que le llevó mas tarde al ser muy similares a los cantos de Joropo afroveroenses a hacerse cantador de los golpes de arpa yaracuyanos; por otra parte, en el Estado Guárico, allá por la región de Orituco se hace cantador de Mariselas y Guarañas Sanjuaneras, géneros musicales todos estos los cuales en la actualidad forman parte de su bagaje cultural, los cuales pone al servicio de todas las comunidades y habitantes del país y de países que frecuentemente visita.
El Maestro Luis Alfredo Valles Silva, titulo que se ha ganado en buena lid, al ser formador de generaciones enteras de maestros consagrados al quehacer cultural, es egresado en la primera Promoción de Técnicos Superiores Universitarios (T.S.U.) en Administración de Empresas egresados en el año 1.992 del Instituto Universitario de Tecnología el Yaracuy, últimamente forma parte de la Avanzada de Estudiantes de la Licenciatura en Educación, Mención Desarrollo Cultural del Convenio Fundación Misión Cultura – Universidad Experimental “Simón Rodríguez”, los cuales está por culminar en los próximos meses de este año 2010.
Aunque posee algunos conocimientos musicales, que podrías ser catalogados como académicos, los mismos los ha adquirido a lo largo de su propia experiencia, ningunos es instituciones oficiales.
Han sido muchas las composición musicales del Maestro Luis Alfredo Valles Silva, pero estas generalmente se quedan en las comunidades que frecuenta y pasan a engrosar el repertorio o cancionero popular local, como piezas anónimas, no obstante, para sus agrupaciones ha compuesto algunas piezas que si han quedado como propias, algunas son por ejemplo los golpes sanjuaneros al estilo afroveroenses de: Maroma y los Maromeros, Palmarejo es Palmarejo, La Fiebre del Dengue, El Sembe-sembe; otras como la tonada de Gaita de Tambora “Resuena al Aire”, el “Corrío llanero de Don Nicanor Ochoa”, entre otros.
Durante el año 1986, hizo la primera producción discográfica en acetato, de La Agrupación La Chamuchina, producción que lleva el Nombre promocional de “Resuena al Aire”, en dicha producción, se incluyeron unos doce temas, la mayoría de ellos compilados en diversas comunidades del país, grabaciones realizadas en el Estudio O.H.M. de la ciudad de Barquisimeto, y para lo cual contó con el apoyo del Licenciado William Rafael Ojeda García, Secretario de Cultura para la Gobernación del Estado Yaracuy para ese entonces, quien gestionó el apoyo financiero a través del entonces Consejo Nacional de la Cultura (CONAC).
Muchísimos han sido los reconocimientos que ha recibido el Maestro Luis Valles; han sido muchas las instituciones u organizaciones vecinales, educativas y culturales, del Estado Yaracuy, de otros estados del país y de otros países del mundo que han sabido reconocer públicamente la gestión y el aporte de este singular personaje de la música y las artes escénicas populares de Venezuela, en su haber cuenta con Premios como “María Lienza de Oro” y el “Manos de Oro Publicidad”, así como reconocimientos por el aporte brindado a la Música Popular Tradicional Yaracuyana, de la Secretaría de cultura del Estado Yaracuy, en varias ocasiones, del Instituto Universitario de Tecnología Antonio José de Sucre, de Asociaciones de Vecinos, entre otros.
En la actualidad el Maestro Luis Alfredo Valles Silva, se dedica como siempre, a la investigación y reinvestigación de los diferentes géneros musicales populares y tradicionales del acervo yaracuyano y venezolano, los cuales por lo general sufren paulatinas modificaciones, dado su dinamismo social. Igualmente sigue apoyando como cantador o cantante popular a las comunidades que frecuentemente visita a lo largo y ancho de la Venezuela folklórica, así como a su pasión por la artesanía en la elaboración de mascaras rituales para diablos danzantes de Venezuela y como Tallerista de Folklore o Cultura Nacional.
Manuel Rodríguez Cárdenas
Nació en San Felipe el 17 de Septiembre de 1912. Nadie ha contado mejor las hazañas, mitos, leyendas y bellezas del Yaracuy que este extraordinario poeta. Fue escritor, poeta y propulsor de la cultura para el pueblo. Creador del “Retablo de Maravillas”, donde se inicio Yolanda Moreno, “la bailarina del pueblo venezolano” quien fuese su amantísima esposa y madre de sus hijos, grupo que logró éxito tanto en Venezuela como en el exterior. Escribió bellísimos poemas acerca de temas populares, especialmente negroides, uno de sus temas mas relevantes de su basta producción fue “Entonces el pueblo era pequeño”.
Murió en Caracas en el año de 1991.
Habladurías
Manuel Rodríguez-Cárdenas
Dicen que hay una tierra
para los negros
donde es dulce y sabrosa
la melaúra.
¡Bamonós pa allá!
Dicen que hay una sierra
de pan tostao
donde el máis que se siembre
nace cargao.
¡Bamonós pa allá!
Dicen de un cielo verde
con santos negros
donde el cura no roba
ni pide ná.
¡Bamonós pa allá!
Dicen que hasta la chiva
de Dios es negra
sobre bambarrias negras
y colorás.
¡Bamonós pa allá!
Dicen que en esa tierra
que he describío
todos tienen un piazo
pa su sembrao.
¡Bamonós pa allá!
Dicen que hasta a la negra
Juana Bautista
le dieron dos sortija
con su piedrita.
¡Bamonós pa allá!
Y al moreno pasúo
barloventeño
un par de brodequines
con su gomita.
¡Bamonós pa allá!
Ah, que se me olvidaba:
y en esa tierra
too el que nace, mi guate,
le dan su cama.
¡Bamonós pa allá!
Y le cantan canciones
pa que se duerma
y le dicen: —Mi negro,
cómete un dulce;
y esperan las mujeres
al que no vuelve
y no hay ni capataces
ni comisarios
ni aprovechan el sueño
las macaureles.
¡Bamonós pa allá!
—Pero onde está esa tierra,
negro mojino,
que ya casi nos tienes
la boca aguá?
—Esa tierra, trigueños,
yo lo sabía.
Pero... perdí los libros
de geografía.
Negro que nace negro,
negro se va
y estas cositas güenas
que yo he pintao,
son puras invenciones
pa conversá!
Otilio Galíndez
Nació en Yaritagua, estado Yaracuy, en 1935, hijo de una humilde costurera de nuestro pueblo. La naturaleza campestre de su tierra natal y el amor a su madre y a sus hermanos Eugenia, Mercedes y Jesús (Chucho) fueron fundamentales para el desarrollo de quien sería, en vida y después de ella, un gran músico y poeta, un amigo fiel, un hijo entregado, un padre dedicado, un eterno enamorado de su patria.
Otilio Galíndez, compositor yaracuyano, cuyas principales características, además de la calidad irrefutable de su aporte musical, fueron la ternura, la sencillez y el amor, dejó de vivir anoche, 13 de junio de 2009, después de despedirse de su familia como habitualmente lo hacía en la humilde casa de Maracay que lo cobijara durante los últimos treinta años.
El 13 de junio de 2009, Otilio fue a la cama a dormir, esta vez, el sueño eterno. Pero un hombre que se refiere al rocío como "perlitas madrugadoras" y al brillo en los ojos de una mujer como "Chispitas" jamás podrá dormir en los corazones de quienes lo conozcan, porque la estatura de sus versos, la ternura de sus expresiones, la belleza pura y simple de lo cotidiano, sumadas todas al amor a la tierra y a la vida, no duermen, muy por el contrario, despiertan los sentimientos más escondidos, afloran hasta en invierno, anuncian y provocan vida, incluso después de la muerte.
La obra de Otilio Galíndez es tomada por casi todos los intérpretes venezolanos -de música popular y otros géneros- desde mediados del siglo XX y por muchos artistas internacionales como Pablo Milanés y Mercedes Sosa. Otilio Galíndez formó parte del Orfeón Universitario de la Universidad Central de Venezuela, institución a quien siempre declaró su amor y gratitud, pues fue allí donde comenzó una larga carrera de éxitos musicales cuyas melodías, extraordinarias y contagiosas, compiten con la poesía exquisita de sus versos, escritos en los pasillos y jardines de esa magna casa de estudios.
Además, Otilio desarrolló una tremenda labor creativa en la coral de la Compañía Anónima Nacional de Fomento Eléctrico, CADAFE, donde compuso muchas canciones que se han convertido en verdaderos emblemas de nuestra música tradicional, como parrandones y aguinaldos que año tras año acompañan al pueblo venezolano en sus fiestas decembrinas.
Fue homenajeado innumerables veces en las última décadas, y el actual Gobierno reconoció su trabajo con el Premio Nacional de Cultura, sin embargo, según sus palabras, el mayor homenaje a su esfuerzo es la cantidad de veces que sus canciones fueron grabadas y el reconocimiento íntimo de la labor cumplida, que no tenía nada que ver con ganancias económicas, pues Otilio Galíndez nunca cobró por la autoría de ninguna de sus obras, que llegaron a ser plagiadas y hasta vendidas por grandes comerciantes de la cultura nacional y extranjera.
En una entrevista grabada en 2005, cuando preguntamos sobre su inspiración primera, el maestro respondió lo siguiente: "las canciones que mi mamá cantaba y que aún canta, tienen una gran categoría, un buen gusto, son exquisitas... yo no sabía que en realidad mi mamá me estaba dando una clase de estética, además del placer de la música diaria" (...) " vino otra mujer hermosa, tan hermosa como ella, fue la madre naturaleza: los ríos, los montes, los campos, la gente, los árboles, las matas, las flores, todo eso que ayudó a mi mamá cuando estaba pequeña también me ayudó a mi... eso es lo primero que a uno lo asombra y que uno ama, la madre y la naturaleza"
Con apenas ocho años lo arrancaron de su campo acostumbrado y su mudanza a la ciudad de Caracas acrecentó en él el amor a la naturaleza entrañable de sus primeros años de vida. En esta ciudad trabajó en múltiples oficios junto a sus hermanos. Es a los 18 años, cuando le toca hacer el servicio militar obligatorio, que empieza a escribir versos, a su madre, a su pueblo, a la vida que estaba al otro lado de lo que él sintió como un injusto presidio, donde algunos "castigos" lo llevaron a la enfermería en varias ocasiones. Esos primeros versos fueron desechados por el autor, que apenas terminó su corta estadía como "recluta" en espacios militares, comenzó, en 1957, a trabajar en la UCV, donde, prestando servicios como obrero, conoció a personas que lo alentaron a leer y a estudiar, desarrolló su talento creativo y compuso aguinaldos que grabó por vez primera Rafael Montaño y luego fueron interpretados por el orfeón universitario, que los dio a conocer dentro y fuera de nuestras fronteras.
Morela Muñoz, Juan Carlos Núñez, Lilia Vera, Miguel Delgado Estévez, Cecilia Tood, Ilan Chester, Efraín Silva, Simón Díaz (que interpreta a Otilio sin que generalmente aparezca el compositor), Soledad Bravo y otros muchísimos compositores y cantantes venezolanos han deleitado los oídos del mundo con las composiciones de Otilio.
Desde su casa de Maracay, el aroma de caña fresca, los amargos de mandarina, la ternura del hijo cuidador de la madre, impregnan para siempre el aire de nuestra Venezuela para luego volar, cual cometas, sobre todo el planeta, y recordar a quien escuche cualquier verso de Otilio, que el ser humano es bello, es noble, es bueno, es sabio, es amante.
Otilio cantó al amor mientras escribió, acarició los más humildes recovecos de la patria con sus palabras, distribuidas sobre papel y envueltas en notas musicales como por arte de magia. Otilio convierte en sublime, o más bien, demuestra cuan sublime puede ser, el cantar de un pájaro, el crecer de una planta o el atardecer... Otilio no duerme, él sueña, sueña eternamente para que su magia se cuele en los sueños de todos.
Caramba Otilio caramba, sueñas, pero estarás siempre despierto en el corazón venezolano, haciéndonos soñar a todos, con tus aguinaldos, con tus baladas, con tu pascua, con tu poesía, la del poncho andino, la de Son Chispitas, la de la Restinga, la de Catira, la de Duerme mi Tripón.
Caramba Otilio caramba, recordamos a Candelaria, aquella muchacha que vivía en la calle 8 de los Jardines del Valle, a quien le escribiste "no me mires, que mirando se despiertan los amores, y aceleras el latir de mi corazón", pero tú, Otilio Galíndez, tú ni cerrando los ojos para siempre, ni durmiendo para siempre, dejarás de despertar el latir de miles y miles de corazones.
Acabamos de cantar Flor de Mayo, pero llegó junio y te nos fuiste. Caramba Otilio caramba, llegó junio y aquí te nos quedas, para siempre, amor eterno, sueño eterno. Gracias por todo lo que tu bella humanidad nos regaló. Gracias por mantenernos despiertos. Gracias. Por tu amor. Por tu humanidad. ¡Qué difícil resulta despedir a alguien que no puede irse, alguien que jamás se irá!
Con profunda tristeza, con el amargo llanto de quien siente una pérdida irreparable, comunicamos la despedida de un venezolano que no podrá morir jamás.
Una canción, que según Lilia Vera es un cuadro, pintado por Otilio... así nos dejas Otilio...
Por: Marichina García Herrero
Fecha de publicación: 14/06/09
PROFESOR MANUEL ALVARADO.
Manuel Alvarado, dedicó 34 años a dirigir la Banda del Estado, se inicia en la banda del estado en 1946 y dos años más tarde pasa a ser director de la Banda del Estado hasta 1977 cuando sale jubilado en el gobierno del general Cándido Pérez Méndez.
Estudio en la escuela de música de Rafael Limardo allí compuso varias piezas que se han perdido de las cuales sólo quedó San Felipe El Fuerte. Perteneció a varios grupos, con Martín Rodríguez en 1948 estuvo con la Swing Melody, también con una orquesta de Valencia y viajaba especialmente en carnavales como saxofón tenor, con Eduardo Corona y la Orquesta Hermanos Corona compuesta con músicos de Barquisimeto y Martín Rodríguez y Manuel Alvarado como saxofón tenores.
La banda desde que la dirigió después del maestro Carrillo comenzó reformarla porque eso le pidió el Dr. Ángel Aborrégales que era gobernador, los músicos aunque no supieran de música entraron, él los formo dándoles clases. También fundo una escuela de música con el nombre de Rafael Limardo en el grupo escolar República de Nicaragua donde dio clases.
Manuel Alvarado es de esos hombres que escribió parte de la historia musical de Yaracuy.
Falleció en su San Felipe natal en el año 2009
José Ramón Arena Peña
“El Abuelo”
Nace José Ramón, en la comunidad de La Virgen, Municipio Bruzual del Estado Yaracuy, un 27 de septiembre de 1946, a los doce años incursiona por vez primera en las lides musicales, acercándose a las viviendas del vecindario donde los mayores se instalaban a cantar acompañándose del cuatro, la tambora y las maracas, su formación fue de manera autodidacta, desde el punto de vista musical, o lo que suele llamarse de manera empírica, debido a que para ese entonces aun no existía Escuela de Música en Chivacoa.
Cursa la educación primaria en la Escuela “Escalona y Calatayud”, de donde pasa al Colegio Santa María, también de Chivacoa a estudiar el primer y segundo año del bachillerato de donde se muda a la ciudad Barinas, capital del estado del mismo nombre, allí ingresa al Liceo Olearis donde cursa el tercer y cuarto año de bachillerato, posteriormente se traslada a la ciudad de Turén en el Estado Portuguesa donde culmina estudios egresando como Docente especialista en Capacitación Agropecuaria.
Posterior a este acontecimiento regresa a su Chivacoa natal, allí en Campo Elías funda la primera Escuela Agropecuaria del lugar (La CENCODECA), allí cumple funciones de instructor desde 1968 a 1973.
Durante la realización de un Velorio de Cruz de Mayo en Chivacoa, solicita a una dama del lugar, La Srta. Carmen Díaz, un cuatro en calidad de préstamo, para poder acompañarse en la cantaduría en dicho velorio, durante el desarrollo del mismo, por asunto de descuido el cuatro se extravía, al día siguiente da participación a la propietaria de dicho instrumento, quien un tanto disgustada le exige la devolución de su cuatro, con mucha vergüenza, le garantiza que le reemplazaría su cuatro por uno mejor, asi se ve en la necesidad de dar sus primeros pasos como fabricante de instrumentos, lo que lo conduciría con el tiempo a ser uno de los mejores lutieres de Yaracuy y Venezuela, las primeras enseñanzas en este arte y oficio las recibió del Maestro Lutier de tierras Baragüeñas (de Baragua, Municipio Xaguas del Estado Lara) el, ya fallecido Maestro Bartolo Cordero, para esa época residenciado en Cocorote, mientras José Ramón se compenetró con la fabricación de instrumentos y las orientaciones de Don Bartolo, se da cuenta que su pasión es la fabricación de instrumentos musicales, relata el propio José Ramón: ….” me acostaba temprano, para que amaneciera rápido y poder comenzar a trabajar la fabricación, llegaba tempranito a casa de Don Bartolo, cuando él abría el taller, ya yo estaba afuera esperando que abriera”
En el año 1980, con otros amigos de Cocorote, funda la agrupación Musical “La Chamuchina”, con lo cual lograría hacer trascender las tradiciones musicales del estado y del país, entre los que acompañaban a José Ramón en La Chamuchina, se pueden citar a los hermanos César Gilberto y Carlos Alberto Barrios Martínez, los hermanos Henry y Oswaldo Arenas, parientes de José Ramón por cierto, Ramón Antonio Barrios, Luis Valles Silva, Yuly Maldonado, Dolores de Díaz, Ana Dolores Díaz, entre otros
En el mismo año 1981, habiendo integrantes en el conjunto musical La Chamuchina, como músicos y bailadores dentro del Grupo Escénico Danzas Yaracuy, ambas agrupaciones se fusionan, con la intención de fortalecer el trabajo en pro de la identidad regional, a partir de este momento, estas dos agrupaciones han permanecido indisolubles.
Para el año 1984, ingresa, al para ese entonces “Centro de Cultura Popular Don Teófilo Domínguez” de la ciudad de San Felipe, en reemplazo del Lutier Víctor Carrera, durante su estadía en ese centro cultural desempeña dos labores muy importantes, como lo fueron la Fabricación de instrumentos y la Coordinación de actividades de dicha institución, ello hasta el año 1987, desde cuando se independiza, trabajando de manera particular la fabricación en su propio taller el cual está ubicado en su propia residencia en la Urbanización Las Acequia o Casas de Madera de Cocorote, Sector 01, calle 06, casa número 02, el taller lleva por nombre “El Abuelo” en alusión al apodo que desde hace muchos años le dan a José Ramón, debido a que su cabello se hizo cano a muy temprana edad, en su taller se dedica a la fabricación de cuatros, guitarras y mandolinas, entre otros, sin embargo su pasión y especialidad es la fabricación de cuatros.
Ha participado en un sinfín de eventos, no obstante los de mayor renombre, para él han sido, su permanencia en el Orfeón Yaracuy, Exposición de los artesanos por los 250 años de la ciudad de San Felipe, realizado en las instalaciones del parque arqueológico San Felipe El Fuerte; en varias ocasiones ha expuesto en las inhalaciones del Parque Exposición Severiano Giménez de San Felipe, durante las Ferias de la Ciudad, participó en entrevistas para la Fundación Biggot, en un Programa de Encuentro Con “La Chamuchina de Yaracuy; videos para CEDESA, Viajando con Maltín Polar, Realizó un Video para el Programa “Puro Folklore” el cual moderaba el Licenciado Marcelino Salcedo”, realizó programas para el canal larense “Promar Televisión” conducido por la licenciada Yolimar Mendoza, entre otros.
En la actualidad forma parte del Comité de Cultura de su comunidad en Cocorote.
Pedro Pablo Caldera
Nació en la localidad de San Pablo, del otrora Distrito San Felipe, del Estado Yaracuy, un 18 de noviembre del año 1906, el Doctor, poeta y compositor Don Manuel Rodríguez Cárdenas lo describe asi: “Era un mozo moreno, escaso de palabras, dado por naturaleza a la fragilidad, en medio de la orquesta popular de la que formaba parte, recostado a una silla de cuero, el sombrero encajado en una rodilla… se apoyaba el violín sobre el pecho, de manera completamente irregular, mientras inclinaba la cabeza con un dejo de melancolía de músico pobre. Y se iba con el alma muy lejos de allí, los ojos y su mirada profundamente tristes.
Pedro Pablo Caldera fue un brillante e insigne músico yaracuyano, de origen humilde, se dedicó a la música con el fin de ganarse la vida, pero poseía, innatamente, un alma de artista especial, quien encontró en la música el maravilloso medio para permitir que se desbordara su extraordinaria y exquisita fantasía inspiradora.
Se inclinó a la composición y llegó a ser uno de nuestros más fecundos y emblemáticos compositores. Vivió, modestamente, apegado a la más rancia tradición, a las insignificantes y pequeñas cosas de su terruño natal, unido al estupendo vínculo del arte, al alma melancólica y soñadora de la pequeña ciudad que se dormía arrullada por la dulce melodía de las serenatas.
Pedro Pablo Caldera, junto a Rafael Andrade y otros tantos de su generación, fue un creador de música, u artista nato, cargado de infinita sensibilidad, fiel intérprete y genuino representante del arte popular yaracuyano.
De su producción artística, nos quedaron hermosos Valses y los nostálgicos pasillos, entre sus producciones debemos citar: “El Agua de los Arroyos”, Vals al cual Don Manuel Rodríguez Cárdenas hizo la letra.
Fue Don Pedro Pablo Caldera padre de Pedro Pablo Caldera hijo (Pepino Caldera) heredero no sólo de su nombre y apellido, sino de su condición de músico de dilatada trayectoria y transmisor a sus descendencia del arte musical.
Un día 5 de febrero de 1951, sobre la cálida tierra yaracuyana, que Pedro Pablo amara tanto, se durmió para siempre, ese día en el antiguo cementerio hasta las aves callaron su alegre canto para tributar un callado homenaje al artista que partía al viaje sin retorno, al músico de la mirada lánguida y ojos profundamente tristes.
Entre su legado musical podemos citar:
Visión Porteña (Vals)
Ilusión Soñadora (Vals)
Yaracuy Hermoso (Vals)
Corazón en tus manos (Vals)
Al Partir (Vals)
Entre otros
Don Teófilo Domínguez Aponte
Por Domingo Aponte Barrios
Corría el año de 1900, Venezuela se debatía entre los estertores de nuestras últimas reyertas civiles y el aire fresco del nuevo siglo que pronto se transformaría en borrasca con el advenimiento de una larga y feroz dictadura.
Un 9 de abril del año 1900 nace en la ciudad de San Felipe Teófilo Domínguez Aponte, hijo del Doctor Atahualpa Domínguez y de Elisa Aponte, creció en la vieja ciudad de San Felipe y se dedico a las labores del campo como su ilustre padre, pasado casi toda su vida entre las faenas hogareñas al lado de su madre y el trabajo en la finca de su padre, la misma ubicada en lo que es hoy día el sector Higuerón en el actual San Felipe. Desde muy joven siente inclinación por la música y llega a dominar la ejecución de varios instrumentos musicales, asi mismo es compositor de un buen número de piezas, entre Valses, merengues y canciones populares.
La casa materna de Don Teófilo Domínguez estaba ubicada en la Avenida Piar, hoy avenida 7ª. Cruce con la calle 18, frente a lo que es hoy día la Plaza “Don Teófilo Domínguez”, antes Plaza del Mercado. Tuvo Don Teófilo tres hijos: Rafael Ramón, Luis y Juan. Don Teófilo que quiso mucho a su ciudad natal, era un ciudadano muy familiar, tuvo especial afecto por sus sobrinos y fue abnegado y generoso como pocos.
Perteneció Don Teófilo Domínguez Aponte, a esa clase de músicos que en la provincia venezolana supieron estoicamente defender lo nuestro. Como lo dijo el Doctor Manuel Rodríguez Cárdenas, a propósito de Pedro Pablo Caldera, y que es aplicable también a Rafael Andrade y a Teófilo Domínguez. . . .“Los músicos venezolanos, los creadores de la música popular venezolana, han asumido hasta hoy una actitud que tendrá notable repercusión en la cultura nacional. Esta actitud ha sido la de no transigir. Posible les hubiese sido y favorable les hubiese resultado desde el punto de vista económico, volver las espaldas a la tradición de nuestro arte popular, entonces habrían injertado a los preciosos aires y los movidos ritmos todo el sentido de vulgaridad que tanto llama la atención.
Pero nuestros músicos no han cedido; han respetado la raíz que nutre nuestro arte popular, han puesto su corazón al unísono de la inextinguible alma profunda. Y esa persistencia ha triunfado, porque entre la hojarasca que ya se ve pasar, sigue limpia y esbelta, su espléndida cosecha de frutos aromosos”.
Hasta aquí la palabra encendida y armoniosa, justiciera y magistral del gran poeta yaracuyano Dr. Manuel Rodríguez Cárdenas.
Entre la copiosa producción musical de Don Teófilo Domínguez Aponte cabe señalar:
Lucerito (Pasodoble)
Pajonal prendido
Flores de Pascua
Esterlina
Sol yaracuyano
Esperanza
Aires de Higuerón
Noches de septiembre Elizabeth
Aurora
Tramoleo
En la cumbre
Matilde
Dos amigos
Luna nueva
Inspiración
Sorpresa
Sonia
Quejas del campo
Alba
Yaracuy
Por el camino
Ternura
Ocarina
Galán
Entre palmeras
irando el cielo
Cuesta arriba
Lejanías
Flores
Besos de una dama
Reflejos
El Mamey (joropo)
José Gregorio
Panorama
Orbita
Gemido y
Sueños de Oro, entre otras composiciones, a la espera de una mano caritativa y doliente que las rescate y las ponga a la orden de nuestro acervo cultural.
Don Teófilo Domínguez Aponte, estuvo durante diecisiete años integrando el Conjunto “Añoranzas”, fundado en 1945 por Dámaso Castillo y Salvador D’Lima; en este afamado conjunto fue acompañado por Eloy Oviedo, quien ejecutaba el bandolín, Domingo Gutiérrez y Enrique Baquero con las guitarras y Luis Serrano y Pablo Verasteguí con el cuatro; Don Teófilo tocaba el bandolín.
Un aciago atardecer del dieciséis de octubre de 1978, muere arrollado por un vehículo Don Teófilo Domínguez Aponte. Por una ironía del destino, el hecho ocurre muy cerca de la que fuera su casa materna, tenía en sus brazos a sobrina bisnieta Carmen Patricia Pérez Domínguez, nieta de uno de sus sobrinos predilectos, en un esfuerzo heroico y sobrehumano pudo salvar a la niña, Don Teófilo amaba profundamente a todos los niños y a varios de sus sobrinos y nietos les dedico hermosas piezas de la mas pura inspiración.
Así fue la vida de Don Teófilo Domínguez Aponte, quien junto con Rafael Andrade, Pedro Pablo Caldera, Luis Serrano, Rafaelito Moreno y Antonio Sánchez Valles (El Poeta Campesino), entre otros, constituyen parte de los mas puros valores del arte popular yaracuyano. La Plaza donde murió, aún hoy día, lleva su nombre, en ella se ostenta un busto, allí se pensaba edificar, según los planos que existieron, el otrora vigoroso Centro de Cultura Popular con un hermoso paseo, cosa que quedo sólo en planos y en el deseo de muchos, igualmente la institución que por mas de cuatro décadas ostentó dignamente su nombre la hicieron desaparecer sin justificación alguna, era ese centro cultural “Don Teófilo Domínguez”, la necesaria Casa de la Cultura de la Ciudad de San Felipe, donde generaciones de sanfelipeños y de personas de municipios aledaños se formaron en las mas nobles áreas del arte popular yaracuyano.
Datos obtenidos de Doña Carmen de Domínguez y de Rafael Domínguez (Familiares directos de Don Teófilo)
José Parra.
Inspirado peta yaracuyano. Nació en Chivacoa el 7 de Marzo de 1907. Fue un destacado romántico y neo-clásico al mismo tiempo.
Conocedor profundo del lenguaje y con un estilo propio. Le canta a las cosas y hechos de nuestra tierra con gran donaire y bellas metáforas. Obtuvo mención de honor en los juegos florales Internacionales de México (1947) con el poema “Tierra de gigantes andariegos”. Primer premio del Concurso Latinoamericano de Romances “Arca del Sur” de Montevideo (1955) para escribir sobre un mito americano. Lo ganó con María Lionza”.
Escribió “Una Zona en el Tiempo”. Que es la historia del Municipio Bruzual.
Rafael Andrade (El Mocho Andrade)
Músico popular yaracuyano, nacido en San Felipe el 24 de agosto de 1908. Comenzó a estudiar música a los 17 años. En su juventud tuvo dos grandes amigos, ambos destacados poetas del Yaracuy: Manuel Rodríguez Cárdenas y Julio César Veliz. El primero es el autor de la letra de su vals “Morir es Nacer”; el segundo, autor del poema “Apología de Morir es Nacer”, dedicado a Andrade. Es autor de la música del “Himno de Veroes” y muchas otras piezas como valses, paso dobles, etc. Pero la pieza que lo inmortalizó es el vals “Morir es Nacer”.
Murió en San Felipe en Mayo de 1952.
En 1932, Manuel Rodríguez Cárdenas, amigo y compañero de Rafael Andrade en muchas parrandas, le atrae profundamente la melodía del vals y se encarga de ponerle la letra. De paso, le cambia el nombre por el de Morir es Nacer. Según confesiones del propio Manuel Rodríguez Cárdenas, realizadas a familiares y amigos allegados, la letra la hizo en San Felipe, en una habitación de la casa, propiedad de Bárbara Veliz de Barrios, ubicada en la esquina de la calle Piar con calle Domínguez (hoy en día esquina de la avenida 7 con calle 13). Con el tiempo este histórico inmueble fue adquirido por Luis Alfredo Sanz y finalmente por la maestra Pilar Palavicini de Kreubel.
El vals Morir es Nacer, con música de Rafael Andrade y letra de Manuel Rodríguez Cárdenas, fue estrenado oficialmente el 16 de julio de 1932, día de la Virgen del Carmen. El primero en cantarlo fue Antonio María Rivero Domínguez, con el conjunto del trompetista Rafael Andrade integrado por: Rafael Gómez (clarinete), Ramón Villoria (bombardino), César Giménez (trombón), Jesús Parra (violín), José Salcedo, Lopecito Arcila (cuatros) y Régulo Mendoza (batería). Ese día la agrupación recorrió todo el pueblo sanfelipeño para dar a conocer la nueva pieza. A partir de allí, comenzaría la leyenda emotiva del vals más popular en la historia del pueblo yaracuyano.
Veinte años más tarde, en 1952, la orquesta Pequeña Mavare realiza la primera grabación instrumental de Morir es Nacer. Luego con el tiempo aparecerían numerosas versiones instrumentales del vals destacándose, entre otras, las realizadas por: Aldemaro Romero y su orquesta de salón (1956), orquesta Venezuela en Ritmo (1960), Carlos Torres y los Millonarios de la Alegría (1966), conjunto de P. Calderón (1967), Pablo Canela y los hermanos Báez (1976), Mariachi Tapatío (1976), orquesta Cuerdas de Oro (1978), Los Duaqueños (1978), Estudiantina Mocarpel Yaracuy (1985), Grupo Chimborazo (1988) y la orquesta de Cámara de la UCLA (1999).
Franklin Sánchez Blasco
(San Pablo, 1943 – Valencia 1984)
Este excepcional músico popular yaracuyano nació el 04 de Julio de 1943, en la población de San Pablo, Municipio Arístides Bastidas del Estado Yaracuy. Fueron sus padres: Celedonia Blasco de Sánchez y Rafael Ramón Sánchez
Muy pequeño llega a San Felipe en compañía de sus hermanos José, Graciela y Blanca. Durante su trayectoria musical se destacó como arpista y en la consolidación de grupos musicales con los cuales viajó por Venezuela demostrando sus dotes de virtuoso ejecutante y compositor fecundo. Entre los grupos que fundó se encuentran:
Copleros del Centro, Conjunto Polar, Trío Los Monarcas, Los Llaneros del Oeste, Cuerdas Cuarenta y Cuatro, Patilla y Melón y el mas reconocido de todos; el Trío Universitario, elogiado en todo el país, por sus excelentes interpretaciones. Franklin Sánchez fue estudiante de la Escuela Superior de Música “JOSE ÁNGEL LAMAS” de Caracas en donde culminó sus estudios de Armonía y Contrapunto. Al final de su vida fundó la Estudiantina del IUTY, escribió la música del himno a “Carmelo Fernández” y crea la estudiantina del Centro de Cultura Popular “DON TEOFILO DOMÍNGUEZ”
En su cuaderno “Mis Canciones”, están incluidas las siguientes composiciones Hermoso Yaracuy (1959), Amor de Juventud (1960), Lucero de mi Vida, Ausencia (1961), El Único Amor, Mi mayor ilusión (1962), Alicia (1965), Aquellos Besos (1966), Separa¬ción (1967), San Pablo (1968), Sólo fantasía, Mi San Felipe (1970), No Temas (1971),Triste Olvido, (1972), Meditando (1974), A Cunaviche (1978), Reflexión (1979), Un Coloso en el Tiempo, Vals del Retorno (l980), Triste Realidad (1982), Déjenme ser, Ingenui¬dad (1983), Perucho y Catalina, Perdido en la Nostal¬gia, Paréntesis, Un Día Distinto, Belkis (1981), esta última inconclusa.
FRANKLIN SÁNCHEZ BLASCO, falleció en Valencia el 28 de Noviembre de 1984, cuando apenas contaba con 41 años.
Aún así, tuvo el tiempo suficiente para dar a conocer su mundo musical y convertirse en uno de los mejores músicos populares que ha dado nues¬tra tierra Yaracuyana.
Marcos Antonio “Chicho” Borromé Peña
Nació en la población de Guama, capital del Municipio Antonio José de Sucre del Estado Yaracuy el 05 de marzo del año 1960. Da sus primeros pasos en las lides musicales, a los cinco años, de la mano de su querido padrino Daniel Parra, a quien solía acompañar en las Romerías del Niño Jesús de Guama, de quien además a esa edad recibe su primer instrumento musical, un cuatro. Pasado el tiempo fortalece su inclinación musical con tres años de estudios en la entonces “Escuela de Música Blanca Estrella de Méscoli” hoy día “Conservatorio”, donde cursas estudios formales de Lenguaje musical, Teoría y Solfeo y Armonía.
Como músico se inicia con el Grupo “Paramaconi”, con el lamentablemente fallecido Manuel Ochoa, donde además integraban Germán Pineda en el Violín, Antonio Mendoza y de Campo Nuevo Víctor Araujo.
Integró, a los quince años de edad el Grupo “Gaiteros de Venezuela 75” el cual ensayaba en el sector Cantarrana en San Felipe y el cual era propiedad de la Familia Montañés.
En el año 79 se incluye en el elenco artístico del Grupo Gaitero “Yarazulia”, junto a Andrés Melean, paralelo a esto integraba el Grupo Gaitero del Instituto Universitario de Yaracuy (IUTY) bajo la dirección del Profesor Saidel Gutiérrez Zerpa.
Entre sus recuerdos mas emotivos están el haber participado en el programa televisivo “Trampolín a la Fama” que conducía a través del ahora Radio Caracas Televisión Internacional (RCTV) el afamado Guillermo “Fantástico” González, en la incursión endicho programa se hicieron merecedores del Segundo Lugar.
A pesar de que Chicho Borromé ha compuesto un sinnúmero de piezas musicales de diferentes estilos o géneros, muchas de ellas llevadas por excelentes cantantes no sólo de Yaracuy, a trascendentales festivales, locales, nacionales e internacionales, tal es el caso de su pieza “San Rafael de Yaracuy”, la cual asistió, en la voz de un cantante yaracuyano, a un Festival en la boricua Ciudad de Puerto Rico.
El reciente y desafortunadamente asesinado, en manos del hampa común en su San Pablo natal, el también músico Francisco “Chico” Barico, le incluyó en una de sus grabaciones, cuatro piezas del cancionero popular de Chicho Borromé, considera que son tantas las piezas que ha escrito que desconoce a ciencia cierta el número de ellas, al igual que el numero y nombre de personas que las han interpretado.
Entre 1968 y 1971 participó como cantante en diversos festivales, donde fue merecedor de los primeros lugares, tales como “Festival Panoja de Oro”, el cual se realiza en el Estado Guárico, “Voz de Aroa” en el Estado Yaracuy y “Voz de Nirgua” también en el Estado Yaracuy, asimismo obtiene como compositor durante el desarrollo del III Festival de Música yaracuyana, el Primer y Segundo Lugar, en 1986 obtiene el Segundo Lugar como compositor y cantante en el Festival “De la Música Criolla de Yaracuy” realizado en la ciudad de Chivacoa, capital del Municipio Manuel Bruzual en el Estado Yaracuy, en febrero de 2004, gana el concurso para la creación de la emblemática para el año en los Carnavales Turísticos de Yaracuy “Chivacoa 2004”, también en septiembre del mismo año 2004, gana el premio por la composición de la canción ganadora en el Festival “Voz Infantil Bibliotecaria de Yaracuy”; mientras que en octubre del mismo 2004 se hace merecedora, del Primer Lugar absoluto, su canción en el Festival Ecológico “ Voz de Aguas de Yaracuy” y en noviembre del mismo 2004, su canción participante en el Festival “Una Canción para San Felipe”. En septiembre del año 2005 una composición de Marcos Borromé vuelve a ser ganadora del Primer Lugar absoluto en el Festival “Voz Bibliotecaria de Yaracuy”.
En Mayo del año 2006, gana el concurso en Letra y Música para el Himno del Municipio Sucre del Estado Yaracuy.
En Julio del 2006, se hace merecedor del premio a la mejor canción inédita en el Festival Voz Nacional UPELISTA, realizado en la ciudad de Barinas capital del Estado Barinas.
En septiembre del 2009 vuelve a hacerse merecedora del primer lugar absoluta, su canción participante en el festival infantil “Voz Bibliotecaria del Estado Yaracuy.
Las composiciones de este prolijo artista yaracuyano giran en diferentes estilos, sin embargo los géneros que mas cultiva son Valses criollos, merengues, parrandas, aguinaldos, gaitas, danzas, boleros, canto criollo, canciones románticas y estilizadas, bachatas, entre otros, inspirándose siempre en el folklore y la naturaleza.
Complementa, en la actualidad, sus labores como docente de música en la escuela “Luisa de Morales” de la localidad de San Pablo capital del Municipio “Arístides Bastidas” en Yaracuy, con las labores en su propio estudio de grabación, donde ejerce de Técnico, además de ejecutante de los instrumentos musicales como el teclado, la mandolina y el cuatro.
Reside en la Calle Ricaurte, casa número 42 en su Guama natal, es además el padre de una de las mejores y más educadas voces del canto popular de Yaracuy, como lo es Siris Borromé.
NOTA: POSTERIORMENTE, SEGÚN LAS POSIBILIDADES DE TIEMPO IREMOS INCORPORANDO OTROS ARTISTAS POPULARES QUE LE HAN CANTADO O AUN LE CANTAN Y COMPONEN A NUESTRO AMADO ESTADO YARACUY.
ESTA ES UNA INFIMA PARTE DE LA LISTA DE CANTANTES Y COMPOSITORES DE YARACUY, EXISTE, ADEMÁS UNA REVISTA RECIEN EDITADA, COMO PRODUCTO RESULTADO DE UN CURSO DE INVESTIGACIÓN - ACCIÓN PARTICIPATIVA QUE SE DESARROLLO EN SAN FELIPE A FINALES DEL AÑO 2009, A TRAVÉS DEL LABORATORIO DE FORMACIÓN DEL INSTITUTO DE LAS ARTES ESCÉNICAS Y MUSICALES DE VENEZUELA (IAEM), LA MISMA REPOSA EN LA OFICINA DEL GABINETE MINISTERIAL DE CULTURA DEL ESTADO YARACUY, UBICADO EN LA SEDE DEL MUSEO CARMELO FERNANDEZ DE SAN FELIPE.
domingo, 4 de abril de 2010
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